He aquí algunas ideas para conseguir que la falta de
imaginación y creatividad ya no sea una excusa para no inventar un gran cuento:
1.- ASOCIACIONES ILÓGICAS:
Busca dos palabras que no tengan afinidad, para que la
imaginación se ponga en marcha y busque una relación entre ellas. Coche-rueda
no es una asociación ilógica, pero coche-espinacas sí lo es.
¿qué tal un coche que en lugar de gasolina necesita espinacas? Su lucha por
conseguir que vendan verduras en las gasolineras prácticamente nos deja el
cuento hecho.
2.- Y SI FUERA...
Una variante de las asociaciones ilógicas es escoger un
personaje al azar y convertirlo en otro objeto. Por ejemplo, un perro que se
convierte en calcetín. Seguro que ya estás imaginando al niño de la casa
diciendo que el calcetín le hace cosquillas y le da chupetones en los pies.
Como ves, cuanto más ilógicas son las asociaciones, más loco y divertido es el
cuento.
3.- PALABRAS NUEVAS PARA OBJETOS NUEVOS
A partir de cualquier palabra con un prefijo se puede crear
un objeto de propiedades sorprendentes. ¿qué es un “antitomate”? ¿y una
“hipercama”, o una “cofarola”? Tratando de buscar sentido a un objeto
modificado por un prefijo que aporta su significado propio, la mente otorga
características impensables y divertidas al objeto resultantes. Algunos
prefijos que se pueden utilizar son “a”, “anti” "des",
"bi", "tri", "co”, “hiper”, “multi”, "dis", "semi",
"super", "micro", "mini", "maxi", etc.
4.- MÁQUINAS IMPOSIBLES
A los niños les encantan las máquinas que hacen cosas raras
más propias de personas. Por ejemplo, imagina que se rompe la máquina especial
de dar besos y arropar a los niños antes de dormir, y todos los papás del mundo
tienen que volver a aprender a hacerlo ellos mismos, o que la máquina de
peinarse un día se levanta muy alegre y peina a mamá y a papá los pelos de
punta...
5.- LOS CUENTOS DE SIEMPRE AL REVÉS
Añadiendo pequeñas cosas que cambien el cuento habitual, o
cambiando completamente la historia con nuevos personajes y lugares.
¿qué tal si la madrastra de blancanieves no encontrara el espejo? ¿o si en
lugar de una madrastra, blancanieves, una manzana y los enanitos, habláramos
del entrenador, un niño futbolista, un balón pinchado y los amigos del niño? ¿o
cambiando de época y lugar, para que cenicienta pueda dejar de limpiar el metro
y tomarse unas soñadas vacaciones en la luna, donde pierde su teléfono móvil?
6.- PERSONAJES PROPUESTOS POR LOS NIÑOS
Al tener definido uno o varios personajes, la mente se
fuerza a tener que buscar una historia en la que encajen, de lo que pueden
salir cosas muy locas. Además, tu hijo se identificará con el que haya elegido,
lo que puedes utilizar para enseñarle a él las cosas que aprenderá su
personaje.
¡¡Prepárate a pensar algo con un escenario, una rana y un ciempiés!! Tras la
primera sorpresa, terminas viendo sobre el escenario una carrera de ranas montando
sobre ciempiés salvajes, ¡a ver quién gana!
Otra variante es que el propio niño participe en la historia. En ese caso,
estará muy atento, pero hay que ser muy hábil manejando las cualidades y
defectos que se muestren durante la historia.
7.- PELÍCULAS
Las películas son una fuente inacabable de argumentos
sorprendentes. Cualquier película o serie que te gustase de niño (ET, Marco,
Heidi, La abeja maya...) te dará ideas para contar una bonita historia.
8.- PERSONAJES CONOCIDOS CON UN TOQUE DISTINTO
Personajes muy conocidos por los niños, como pueden ser
Caillou, Pocoyo, Bob Esponja o todos los de Disney pueden ser muy útiles a la
hora de crear un cuento creativo, ya que él los reconoce perfectamente, por lo
que cambiando algo de su carácter se conseguirá una gran sorpresa. Por ejemplo,
Aladdin podría vivir en la lámpara con el Genio, y estar tan apretados que
tendrían que compartirlo todo.